La relación entre el diseño del espacio público y la seguridad de la ciudad

Día de San Jordi en Rambla Catalunya (Fotografía: Agustín Espinosa, 2023)


Las ciudades, con sus bulliciosas calles y múltiples facetas, son el epicentro de la vida moderna. Sin embargo, en medio de la diversidad y la efervescencia urbana, la seguridad se convierte en una preocupación constante. ¿Cómo pueden las ciudades diseñar sus espacios públicos de manera que promuevan un entorno seguro y habitable para sus habitantes? En este artículo, exploraremos a profundidad la estrecha relación que existe entre el diseño del espacio público y la seguridad de la ciudad, con la orientación de destacados urbanistas de talla mundial como Jan Gehl y Jane Jacobs, respaldados por la evidencia de investigaciones científicas relacionadas.


El Espacio Público, un elemento clave para la seguridad.


Jan Gehl, un arquitecto y urbanista danés ampliamente reconocido, ha dedicado su carrera a comprender cómo las ciudades pueden ser diseñadas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Gehl defiende una perspectiva centrada en las personas, sosteniendo que el diseño urbano prioriza el bienestar humano y contribuye a la seguridad de la ciudad.


Uno de los conceptos clave de Gehl es la importancia de la interacción social en los espacios públicos. En su libro, “La humanización del espacio urbano", explica que un espacio público bien diseñado debe fomentar encuentros y actividades sociales. Cuando las personas se reúnen y se relacionan en un entorno público, se establece una especie de "vigilancia colectiva" que disuade la actividad delictiva. Esta idea se alinea con la noción de "ojos en la calle" de Jane Jacobs, la influyente autora de "Muerte y Vida de las Grandes Ciudades Americanas".


Jacobs argumenta que las calles con una presencia constante de personas, ya sean residentes, comerciantes o visitantes, son menos propensas al crimen. En su visión, las calles deben ser el escenario de una vida vibrante y activa, donde la actividad humana sea un elemento disuasorio natural para los delincuentes. Ambos Gehl y Jacobs coinciden en que un diseño urbano que promueva la interacción social y la vitalidad de las calles puede contribuir significativamente a la seguridad de la ciudad.


Densidad, Diversidad y Diseño Urbano.


La densidad y la diversidad de usos de suelo en el diseño urbano son factores que influyen en la seguridad de la ciudad. Gehl subraya que una mayor densidad de personas en un espacio público puede tener un efecto disuasorio sobre la delincuencia. Cuantas más personas transiten por una zona a diferentes horas del día, mayor será la presión social para mantener la seguridad y el orden.


La presencia de actividades comerciales, residenciales, culturales y recreativas en un mismo espacio público crea un flujo constante de personas con diferentes objetivos y horarios. Esto contribuye a mantener una actividad continua y un ambiente más seguro, ya que es menos probable que los delincuentes actúen en un entorno altamente transitado y diverso.


Investigaciones Científicas que Respaldan la Relación.


La relación entre el diseño del espacio público y la seguridad de la ciudad también ha sido objeto de numerosos estudios científicos que respaldan estas ideas. Investigaciones han demostrado que factores como la iluminación adecuada en espacios públicos pueden reducir el crimen al aumentar la percepción de seguridad de las personas. La visibilidad clara y la sensación de estar en un lugar bien iluminado disuaden a los delincuentes.


Además, la vegetación y el paisajismo urbano también juegan un papel importante. Un estudio realizado en la ciudad de Filadelfia encontró que la presencia de árboles y vegetación en vecindarios urbanos estaba relacionada con una reducción en la criminalidad. La vegetación no solo proporciona un entorno más agradable, sino que también puede mejorar la percepción de seguridad de las personas.


El Papel de la Participación Comunitaria.


Proceso participativo Ilustrado de proyecto de paisaje urbano (Fotografía: Agustín Espinosa, 2019)



La seguridad en el espacio público también involucra a la comunidad local. La participación activa de los residentes en la gestión, el diseño y el uso de los espacios públicos es fundamental para mantener un ambiente seguro. Cuando la comunidad se siente conectada y responsable de su entorno, es más probable que trabaje en conjunto para prevenir el crimen y mantener la seguridad.


Conclusiones.


En resumen, la relación entre el diseño del espacio público y la seguridad de la ciudad es innegable. Urbanistas como Jan Gehl y Jane Jacobs han destacado cómo un diseño centrado en las personas, que fomente la interacción social, la vitalidad de las calles y la diversidad de usos, puede contribuir significativamente a la seguridad urbana. Además, la evidencia científica respalda estas ideas, demostrando que factores como la iluminación adecuada y la presencia de vegetación también desempeñan un papel crucial en la percepción de seguridad.


Para crear ciudades más seguras y habitables, es esencial que los urbanistas, planificadores y comunidades locales trabajen juntos en el diseño y la gestión de espacios públicos que promuevan la interacción social y la vitalidad urbana. Al hacerlo, podemos avanzar hacia ciudades donde la seguridad sea una característica inherente, y donde cada rincón de la urbe sea un espacio público que invite a sus habitantes a vivir, trabajar y disfrutar en armonía.


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Autor:


Agustín Espinosa Zarate

Arquitecto por la Universidad de Guadalajara (UDG), con estudios en Arquitectura del Paisaje por el Instituto Tecnológico de Estudios de Occidente (ITESO), estudios en Diseño Urbano por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Master en Desarrollo Urbano por la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC).Co-Fundador de Taller Metropolitano de Arquitectura y Urbanismo.


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